Esta ciudad de Portugal es conocida como la cuna de este país, ya que además de haber sido el lugar donde nació su primer rey Alfonso Henriques, fue en el período de su reinado cuando Guimarães era la capital de este reino.
La ubicación se encuentra a menos de una hora de Oporto en coche, y posee entre sus mayores atractivos: el Castillo de Guimarães y su casco histórico, considerado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Casco histórico
Sus calles con casas y edificios del siglo XIV, le hacen uno de los lugares más bonitos que ver en Guimarães. La Plaza Largo de Oliveira, donde se encuentra el monumento más importante de la ciudad, el Padrão do Salado que fue construido en el siglo XIV por Alfonso IV, para conmemorar la victoria en 1340 contra los árabes, en la Batalla del Salado. La importancia de esta batalla reside en el hecho de que, por esa ocasión, portugueses y castellanos se unieron por un interés común, que era enfrentar la amenaza musulmana.
Castillo de Guimarães
Uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Guimarães, es su castillo que fue el lugar desde donde el primer rey, Alfonso I, dirigía todas sus operaciones, siendo además una de las fortalezas defensivas durante la guerra contra los moros. El castillo fue construido aproximadamente en el siglo X, y sobresalen sus murallas y altas torres, como la Torre del Homenaje.
Las Iglesias
Uno de los más importantes templos de la ciudad de Guimarães, es la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira, sin embargo, no es el único en destacar en belleza, pueden mencionarse al menos dos más: la Iglesia de la Consolación, y la Iglesia de San Miguel del Castillo, que está al lado del Castillo de Guimarães. En ella destaca su jardín el hecho de ser probablemente, la iglesia donde fuera bautizado el primer Rey Alfonso Henriques. Por su parte, la Igesia de la Consolación, destaca pos su amplio jardín de la entrada. Y el estilo rococó y barroco del siglo XVIII que presenta. Tiene dos torres inmensas y es conocida también como la Iglesia de San Gualter.
Santuario da Penha
El Monte da Penha es el lugar desde puede tenerse una vista completa de la ciudad de Guimarães. Puede llegarse a ésta a través de un teleférico desde las afueras de la ciudad y disfrutar de esta hermosa vista, sin embargo, para muchos lo más atractivo de este sitio, es sin duda, el Santuario da Penha, que está dedicado a la Virgen de Nuestra Señora de Penha, el cual fue construido en el siglo XVII, donde una arboleda de gran belleza, es uno de sus atributos especiales. A este templo cada segundo domingo del mes de septiembre, se hace una peregrinación.
Museo Alberto Sampaio
El Museo religioso Alberto Sampaio es uno de las visitas más importantes en Guimarães, debido a la exposición de piezas de diferentes iglesias y conventos que posee este museo, siendo la colección de la antigua Colegiata de Nuestra Señora de Oliveira, la más importante. Está ubicado al lado de la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira y no debe dejar de visitarse.
Palacio de los Duques de Braganza
Fue construido durante el siglo XV y alberga una vasta colección de obras de arte del siglo XVII. Destacan en su interior los torreones y sus chimeneas, además de guardar parte de su mueblería original, como la orfebrería y alfombras persas del Salón de Banquetes. Si es visitado en horario nocturno, podrá disfrutarse de un espectáculo muy especial, ya que su sistema de iluminación es impresionante.
Largo do Toural
Este paseo es uno de los más importantes de la ciudad, está relacionado con la historia de Guimarães y casi todos los turistas, gustan sacar una foto en la muralla donde sale la inscripción «Aquí nasceu Portugal» o aquí nació Portugal. Se ubica muy cerca del casco histórico, y su suelo adoquinado, con jardines y la Iglesia de San Pedro, le hacen uno de los apseos más bonitos en Guimarães.
Plaza de San Tiago
Esta plaza debe su nombre a que la ciudad de Guimarães, era un paso obligado del camino de Santiago de Portugal. En esta plaza se pueden apreciar las casas de dos pisos con terrazas ideales para el descanso. En su ubicación existe una pequeña calle que conecta esta plaza con la de Largo de Oliveira y ésta, pasa luego a la Rua de Santa María, que es considerada la más hermosa de la ciudad. El pase de esta calle, comienza con un arco que desemboca en el Palacio de los Duques de Braganza. Es un paseo inolvidable, al igual que la plaza Largo da Misericordia, que tiene entre sus límites una estatua de Alfonso I.