Burdeos es una de las ciudades más hermosas de Francia

Una de las más hermosas ciudades de Francia que además ostenta ser considerada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, es la ciudad de Burdeos que es la región vitivinícola más importante de este país.

Entre sus calles se encuentra una mezcla de barrios antiguos y puertas medievales, gracias a su pasado histórico, al igual que lugares de vanguardia como el Barrio Chartrons.

En Burdeos hay un gran número de residentes estudiantiles, lo que le confiere a la ciudad un aire juvenil y divertido, a la par de encontrarse parte de las más importantes tendencias de la tecnología.

Plaza de la Bolsa

Entre 1730 y 1755 fue construida esta plaza por Andre-Jacques Gabriel, cuya elegante forma simétrica a las orillas del Garona, le hacen ser una de las postales más hermosas de la ciudad. Esta plaza es una representante máxima del estilo clásico francés del siglo XVIII, y es donde se encuentra el Palacio de la Bolsa que es su edificio más importante. En esta plaza también puede visitarse la famosa Fuente de las Tres Gracias, considerada Patrimonio Mundial Contemporáneo.

Catedral de Burdeos

En 1998 la UNESCO reconoció la Catedral de San André como un Patrimonio de la Humanidad,  gracias a la impresionante belleza de este edificio de estilo gótico del siglo XI. Esta catedral es uno de los puntos del camino de Santiago en Francia y es el templo religioso más importante de Burdeos. Los elementos más llamativos de esta catedral son sus dos torres de agujas y uno de sus atractivos principales, es subir sus 50 metros a través de 231 peldaños para disfrutar de una majestuosa vista de la ciudad.

Puerta de Cailhau

Las ciudades medievales solían tener una entrada principal para acceder al pueblo, Burdeos no es la excepción y la Puerta de Caihau con sus 35 metros de altura, es uno de los lugares turísticos que deben visitarse al ir a esta ciudad. Fue construida en el siglo XV y tiene un estilo gótico renacentista, que se erigió para celebrar la conquista de Nápoles en 1495 por parte de Carlos VIII. Es la torre más famosa y da entrada a uno de los barrios más pintorescos, el de Saint Pierre.

Barrio de Saint Pierre

La esencia de Burdeos puede palparse caminando por las calles del Barrio Saint Pierre, como por ejemplo, pasar por la Rue Fernand Philippart o pasar por el casco histórico con sus edificios antiguos del siglo XVIII. En este barrio también se puede visitar la Plaza de Saint Pierre y no puede perderse durante la visita, la Iglesia de Saint Pierre, donde puede verse como uno de sus grandes atractivos una Piedad elaborada en madera del siglo XVII. La historia de Saint Pierre es antigua, fue un puerto en la época romana y la entrada marítima de la ciudad. En Saint Pierre, no todo es historia, aquí también pueden disfrutarse de las famosas creppes y varios de los mejores restaurantes franceses.

Plaza de Quinconces

Diez años duró la construcción de la plaza más grande de toda Francia y uno de las más extensas de todo el continente europeo. Fue entre 1818 a 1828 en que se construyó la Plaza de Quinconces, que debe ser una visita obligada al viajar a Burdeos. En ella se encuentra la majestuosa e imponente Columna de los Girondinos, un monumento que conmemora a los girondinos fallecidos durante la Revolución Francesa que para honrarlos, se edificó esta columna de 40 metros de alto. Cerca de allí se puede pasar por el Barrio de Chartrons que cuenta con tiendas a la moda, galerías de arte y un estilo bohemio que da un toque especial a la ciudad.

Calle Santa Catalina

Esta calle con su más de un kilómetro de largo es una de las avenidas comerciales más largas de Europa, donde además de las más famosas boutiques, se puede disfrutar de sus variadas chocolaterías, cafés y restaurantes. En esta calle funciona el Gran Teatro de Burdeos y la Galería Bordelaise de 1834. Las compras lujosas pueden realizarse en el “Triángulo de Oro” que comprende el Gran Teatro, la Plaza Gambetta y la avenida de Tourny.

Ciudad del Vino

En el 2016 se inauguró el museo más moderno de Burdeos, que con su forma curvilínea, parece imitar la caída del vino en una copa, haciendo de este, uno de los lugares más increíbles de toda la ciudad. El tour puede realizarse en dos horas y el paseo será guiado a través de 14.000 metros cuadrados donde se aprende la historia del vino desde el 6.000 a.C., hasta nuestros días. Cuenta con actividades relacionadas al vino de forma interactiva y tiene una vinoteca en su planta baja, con una amplia variedad.

Orillas del Garona

Caminar por las orillas del rio Garona es una de las actividades más bonitas en Burdeos, principalmente si se hace de noche, ya que el camino se ilumina y puede verse el puente de 17 arcos construido por Napoleón Bonaparte.